Alejandro Pinto


 Prólogo editorial:

Yo cebo, yo sabo, yo cepo, yo, en fin: Alimento o simulación de alimento que se coloca en las trampillas para cazarte. Una vez atrapado te cebo un mate. A renovar las trampas se ha predicho. A volver al clavo, al martillo, a la madera, y errarle, dársela en ese dedo de porquería que dios te dio y, miércoles, hay que saber putear a un dedo, hay que tener ganas de arrancárselo y sobarlo al mismo tiempo. Como así también hay que revolver la basura; hay que agarrarle bronca a un microbio; hay que limpiarse la bosta, sin remordimientos, contra un mechón de pasto, y oler, oler bien profundo, llenar las bolsas de los pulmones con el hedor, que en la cuadra que viene la cosa va a oler un cachito más agradable aunque no se note. Como quien se ventila el estilo se presentan en "Yo Cebo" un varieté de rejugados caligramas, diálogos, poemas y prosas, en un intento de, pese de haberle dado al pulgar, haber clavado un tanto el asunto, por lo menos para que el clavo quede sujeto y a disposición del lector.


*

 Poema del autor:




A partir
de un filoso
témpano blanco
anclado
en el sacrificio
de la lengua
removiendo
no Escarcha
nieve suelta
tan simbólica
y callada
que se fue
cuando apenas
una roja
semilla
en la dentadura
del paisaje 
era el viento.

















Alejandro Pinto (1988), nacido en la ciudad de Rio Grande, Tierra del Fuego. Participó de diversos encuentros y ferias del libro nacionales, como escritor y/o tallerista, así como también en escuelas de su localidad. Obra Poética: LOQUE VAQUE DANDO (Ed. Independiente, 2011, TDF), El Patio de Atrás (Ñasaindy Cartonera Ed. 2012, Mendoza). Yo Cebo (Klóketen Cartonera Ed. 2012, TDF).




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1 comentario:

  1. Alejandro, acá quedan muchas más ganas de leer.
    Dale, publicate más poemas. Abrazo de nieve del verano que nos lleva.

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